Resumen:
No cabe duda de que Trujillo, además de ser el director de todos nuestros políticos, es un magnífico director de juventudes. Cuando el político se desvincula del político, si vale la antítesis, para hacerse líder de juventudes, se ensaya algo nuevo en nuestra historia; y hay más que un triunfo de bandería y acaso si un avance hacia el tipo del futuro estadista, con mucho de maestro y de jerarca a un tiempo mismo. Como el eterno Maestro permitió, no obstante su grandeza, que los joven es llegasen a El Trujillo ha concitado amablemente, a los joven es a cerrar filas a su lado.