Abstract:
Para un hombre triunfar en el campo de la política, le bastan, audacia, voluntad y tenacidad; pero necesita ta lento para hacer civilización. Para procurarlo, en la filosofía, precisa estudio, y le es indispensable la intuición, si ha de fecundarse y crear. En las ciencias, sentido especulativo y persistencia, para dejarse llevar de las manos por los maestros. Pero si quiere extraer algo de sí y enriquecer los estantes del saber, debe acercarse al genio: en las cosas muertas; en las vivas; en el plan de las formas; en las ordenaciones del número. Pero, ha menester del genio en pleno, para crear la belleza, en piedra, en lienzo, en la palabra; y en esta última culmina, si ya se es Profeta. Hay algo más allá. El donde hacer la vida, entre corales; entre hojas; entre plumas; en pieles empeladas; y aún más, en la epidermis limpia, en que la sangre pone albor. Esto pertenece, a la amiba, a la semilla, al huevo, al óvulo. Lo de la sangre, que ya es de corazón mayor, lo de la sangre, que lleva espíritu suspenso, ya esto es del hombre, donde más finamente está el flujo de Dios.