Resumen:
Monsieur Olivier Patru fue elegido miembro de la Academia Francesa en 1640. Patru
era hombre de letras y hombre degusto. Era sobre todo un buen abogado, puesto que sabía hacer hábiles alegatos y redactar hermosas defensas, y puesto que raramente
se hacía pagar. Pero Patru no era poeta, ni novelista, ni filósofo. Patru no era ni Obispo. Patru no era ni siquiera Almirante, o Mariscal. Ni siquiera Marqués era Patru. Y Patru no tenía sino treinta y seis años.