Resumen:
Cuando en 1917 di a conocer el fragmento épico de Roncesvalles, pensaba, al examinar su interesantísima versificación: "¡Adiós las ilusiones de los partidarios de la regularidad silábica del Mió Cid” Creía poder dar ya como indisputable que los juglares de gesta y los juglares de metros más cortos, por ejemplo, los autores de Santa María Egipcíaca o de Elena y María, usaban habitualmente un metro de desigual número de sílabas, metro que deberá estudiarse en adelante sin los prejuicios propios de los que creen que en todo caso deben imperar los principios de la métrica isosilábica.