Resumen:
En enero de 1933 entré a ejercer el cargo de Cónsul General Honorario de la República Dominicana, en virtud de nombramiento hecho por el Hon. señor Presidente Generalísimo don Rafael Leónidas Trujillo Molina y el exequátur concedido por el Presidente de mi patria, doctor Harmonio Arias. Desde el momento en que asumí tales funciones, me di
a la amable tarea de hacer conocer de mis compatriotas a la bella patria de Duarte, y en ese afán desarrollé labores que constan en las siguientes páginas en forma de notas, discursos, artículos penodísticos, actos culturales, y, logrando coronarlas con el más rotundo éxito, pues no existe en Panamá una sola persona que ignore a la República Dominicana. Esta labor terminó, prácticamente, cuando fué acreditado ante el gobierno panameño el primer ministro dominicano, señor Nicolás Vega y desde entonces han sido los ilustres representantes diplomáticos Rafael Matos Díaz, quien sucedió a Vega; Enrique Hernández, que reemplazó a Matos Díaz; y finalmente, con el cargo de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario, el mismo señor Matos Díaz que sucedió al señor Hernández, quienes han llevado toda la responsabilidad de la gestión oficial y social.