Abstract:
Hace ya más de tres décadas que un distinguido hombre de letras afirmó que con La Sangre quedaba “creado el molde de la verdadera novela dominicana”, observando
atinadamente que “este libro de Cestero y el Enriquillo de Galván se estiman los mejores exponentes de la literatura dominicana hasta el presente” explicando que “si bien es cierto que en la restante producción nacional nos encontramos con extraordinarias páginas de Américo Lugo, con bellos y amenos libros de crítica de Federico García Godoy, con brillantes páginas de tribunicia gallardía de Miguel Angel Garrido, con libros selectos de Pedro Henríquez Ureña, de Arístides García Gómez, también es cierto que toda esa cosecha mental adolece de un carácter fragmentario y diverso”. Y concluía que “la novela La Sangre de Tulio M . Cestero, escritor de sólida y de extensa reputación, por su estructura y factura, es la novela que merece ser considerada com o tal”. A esa misma conclusión llegó hace apenas tres años Manuel Arturo Peña Batlle, cuando escribió: “Creemos firmemente que La Sangre es la mejor novela dominicana”.