Chasseriau y Puerto Rico

Abstract

Tuvo la Isla de Santo Domingo, Samaná, su aledaño villorrio de El Limón, la gloria de ser la cuna de un grande artista de renombre universal, Teodoro Chasseriau, nacido allí el 20 de septiembre del 1819, hijo de Benito Chasseriau y de la samanesa María Magdalena Couret de la Blagniere, hija del rico propietario francés Couret de la Blagniere, nacida en Samaná en 1791. Toda una urdimbre de sucesos extraordinarios envuelve el nacimiento del egregio pintor samanes, hasta que, dejando atrás los mares antillanos, se convirtió en discípulo de Ingres, férvidamente elogiado por críticos tan insignes como Teophile Gautier y Paul de Saint Víctor. La vida de Benito Chasseriau, “ hombre de espíritu aventurero e inquieto” , como dice Henry Marcel, uno de los biógrafos del pintor, es casi una novela, según la refiere él mismo en memoriales inéditos desconocidos hasta ahora: Nació en La Rochella en 1780, último de los 17 hijos de un comerciante de la Villa, fallecido en 1785. A la muerte de su madre, en 1794, estaba en el colegio. Entonces comenzó su odisea.