Abstract:
La formación de una nación es la obra lenta del tiempo; un estado de hecho, consecuencia de una lucha, de un esfuerzo. Una nación es un ser histórico, una realidad sociológica.
El pueblo de Santo Domingo, después de tres siglos de colonización, comienza su lucha para constituirse en nación en el año 1808, en Palo Hincado, con la Reconquista del Brigadier Juan Sánchez Ramírez. Renueva ese esfuerzo el Licenciado José Núñez de Cáceres, en el 1821, con la Independencia Efímera. Pero ni el uno ni el otro tenían concepto de la nacionalidad. En ningún hombre de Santo Domingo del primer tercio del siglo XIX había despertado el sentido de la nación, consecuencia de la mentalidad colonial española en que se había vivido hasta entonces. Pero los esfuerzos heroicos de Sánchez Ramírez y de Núñez de Cáceres produjeron su efecto. La acción del primero contra los franceses constituye una obra rectificadora del Tratado de Basilea, con lo que se preservaron los atributos raciales, históricos y espirituales del pueblo dominicano. La del segundo contra España tuvo la misma falta de visión del primero, aunque por primera vez se invoca el hecho de la independencia “que nadie sentía”.