Abstract:
Juan Pablo Duarte, el creador de la República Dominicana, fue como todos los fundadores de patrias, un hombre de esclarecida inteligencia, de altos y luminosos pensamientos...
Por su pueblo lo sacrificó todo con una abnegación singularísima, digna de perpetua loa,
de eterna gratitud. Para guiarlo por el camine del bien, por el sendero de la justicia, por el
camino recto y seguro del derecho, por la ardua vía de la suprema redención, también encendió luminarias, pensamientos rebosantes de amor y de fe. Ahí están, prefulgentes, como la estrella de Belem.—