Resumen:
El inicial y máximo propósito que he tenido al em- prender este breve trabajo —rápido panorama histórico— en ocasión de los congresos mariano Y mariológico, ha sido el de confirmar, citando documentos y noticias reiterados e irrefutables, la primacía de nuestra secular Catedral. Pero he aquí que al mismo tiempo y sin previa intención, al levantar el edificio de la Catedral, no como una unidad señera, desgajada de su ambiente, sino como una madre que viviera entre sus hijos participando de sus do- lores y de sus consuelos, han surgido dos mundos: el mundo de los amadores de la tierra, y el mundo de los amadores del cielo.