Resumen:
El 27 de febrero del 1944, fecha en que se cumple el Primer Centenario de la República, comienza para la Universidad de Santo Domingo uno de los períodos más importantes
de Su historia, Sin dudas el más fecundo en Sus proyecciones hacia lo futuro, desde su erección y fundación por virtud de la Bula In Apostolatus Culmine expedida por Su Santidad Paulo 111, al iniciarse la construcción de la Ciudad Universitaria, por disposición del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Generalísimo Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina. Como expresó nuestro ilustre Primer Mandatario en feliz ocasión “la Universidad de Santo Domingo, almáciga de los principios éticos y científicos que esparcieron por primera vez sobre las tierras de América las simientes de la cultura y la civilización cristianas, constituye uno de esos Símbolos cuya vitalidad es respetada por los siglos. Antes de cumplida la primera mitad de la centuria que se inició con el Descubrimiento del Nuevo Mundo, nuestra Universidad ya era mástil solitario que sostenía, en el tope y ante la pasmada vastedad del Continente, la insignia Sagrada y luminosa de la fe y de la ciencia. Los nublados soles de nuestra accidentada vida colonial alumbraron tres siglos de su pródiga existencia; y mientras en laborioso proceso gestatorio forjaba ella el temple espiritual de un pueblo y modelaba los perfiles de la nacionalidad dominicana, su fecundidad daba los primeros rectores a otras Universidades
creadas en América en el siglo XVIII.